En Castro Asociados entendemos la importancia de contar con un abogado de confianza y con experiencia, para su representación ya sea como víctima o imputado en este tipo de delitos.
EL DELITO DE HOMICIDIO
Dentro de los delitos que atentan contra la vida, el más característico corresponde al delito de Homicidio, el cual en términos simples consiste en que una persona mate a otro. Dependiendo de la concurrencia o no de las circunstancias descritas por la ley, el homicidio puede adoptar diversas formas, tales como homicidio simple, homicidio calificado, parricidio, infanticidio o femicidio.
Todos aquellos varían en la penalidad dada por la ley, siendo algunos más gravosos que otros en atención a los medios empleados o las relaciones que liguen al autor con la víctima, así emplear medios como envenenamiento, o prometer alguna recompensa para que otro realice el acto, terminan siendo mayormente reprochable a ojos del sistema.
Especial mención hay que hacer a propósito de la Ley Gabriela (Ley N° 21.121) del año 2020, puesto que aquella modificó la estructura del Código Penal incorporando una nueva figura autónoma de femicidio, pues antes aquél solamente se le denominaba al parricidio en contexto de convivencia o matrimonio. La nueva ley incorpora situaciones de mayor amplitud a esto, buscando de esta manera brindar una mayor justicia a las mujeres víctimas de situaciones de violencia y abusos por parte de victimarios.
Para que concurra alguno de los delitos que atenten contra la vida de las personas, no es necesario que efectivamente se produzca la muerte de la víctima, pues la ley contempla la posibilidad de la frustración del delito, vale decir, que por motivos ajenos a la voluntad del autor no se materialice el resultado de este delito. Como la frustración del delito, el delito no es siempre blanco o negro, por lo que es importante tener a su disposición una representación letrada que proteja siempre sus intereses.
En conjunto con estos, los delitos contra las personas pueden ser, por ejemplo lesiones, ya sean graves o menos graves, tipos penales que igualmente se encuentran protegidos en nuestro ordenamiento jurídico y respecto a los cuales igualmente proporcionamos los servicios pertinentes.
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